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Javier Taberna

Reflexiones sobre el Plan Reactivar Navarra

En días pasados el Gobierno de Navarra  presentó el Plan Reactivar Navarra 2020-2023, que cuenta con 190 medidas orientadas a afrontar la crisis derivada de la pandemia del Covid-19.

Dichas medidas calificadas de positivas y oportunas por la Camara de Comercio representan en la práctica, por su extensión y horizonte temporal, un nuevo programa de gobierno adaptado a las consecuencias de la pandemia

Por ello, se impone hacer un esfuerzo para priorizar las medidas a corto plazo en orden a su urgencia y  que, a mi juicio deberían ser de tres categorías:

Medidas Sanitarias. Es evidente que cuanto antes controlemos la pandemia antes saldremos de la mayor crisis económica que hemos conocido, pero mientras esperamos a las vacunas que nos inmunizarán contra el virus, será necesario en primer lugar:

-Detectar y aislar preventivamente a todos los contagiados posibles y ello solamente puede alcanzarse realizando con los test masivos a la población sin prestar atención a los ranking.

-Continuar garantizando al máximo la salud del personal sanitario, los ciudadanos y los agentes económicos con las mascarillas, EPIs, equipamientos  en hospitales  y reforzando los equipos de rastreadores e incluso adoptando medidas impopulares si la situación lo requiriese.

Quiero aprovechar esta ocasión para felicitar y agradecer de corazón a todo el colectivo de sanitarios así como a la Consejería de Salud su trabajo, esfuerzo y abnegación que han demostrado durante todos estos meses el cual se merece, no solo el reconocimiento social, sino también la debida compensación porque ¨De bien nacidos es ser agradecidos¨.

Medidas de supervivencia del tejido empresarial. Desgraciadamente, hay muchas empresas navarras golpeadas por la crisis y de forma especial las pymes y autónomos de los sectores de hostelería, comercio, turismo y transporte que, en muchos casos, se verán abocados al cierre o, como mínimo, a reducir su actividad a través de los ERTES y ERES que haciendo un símil con la salud  se encuentran en la UCI económica.

Por ello se deberán prorrogar todas aquellas medidas tendentes a proporcionar mayor liquidez a las empresas como los aplazamientos de sus obligaciones fiscales de toda índole, así como para facilitar su financiación con créditos ICO, avales públicos  y la facilitación de ERTES y ERES por causas contempladas en nuestro ordenamiento.

Medidas de reactivación económica, cuyo efecto será a medio plazo, pero sobre las que habrá  que comenzar a trabajar sin perdida tiempo.

Es evidente que la reactivación económica solo será posible a través de la empresa y los empresarios, que son los que crean del empleo y por ello deberían ser el centro prioritario de atención de los poderes públicos.

Para ello, a mi juicio, el sector publico deberá en primer lugar, propiciar las condiciones favorables para el desarrollo de un tejido empresarial eficaz, competitivo y abierto a los mercados exteriores, con inversiones en infraestructuras de carácter productivo como: El canal de Navarra, el Tren de Alta Velocidad, Centros Tecnológicos de I+D, la fibra óptica, la digitalización y la internacionalización así como, la definitiva incorporación a nuestro sistema docente de la Formación Profesional Dual. Todo ello, aprovechando al máximo nuestra foralidad y nuestro régimen privativo fiscal que fomente y estimule el empleo, la innovación y la inversión no solo de las empresas ya existentes, sino de las que podamos atraer a nuestro territorio como hicimos en un pasado reciente.

Para esta ingente tarea deberemos aprovechar al máximo todos los recursos disponibles tanto de fondos tanto nacionales como de la Comunidad Europea. Acceder a los máximos recursos  posibles  es un reto y también una oportunidad para reforzar nuestros factores de competitividad y crecimiento  y, en definitiva, el bienestar de nuestra Comunidad.

No quepa ninguna duda de que en este afán estaremos todas las empresas y empresarios navarros y con ellos la centenaria CÁMARA DE COMERCIO DE NAVARRA.