Qué esperar de la economía en 2023
La opinión sobre cómo será el 2023 en lo económico varía entre los que hablan de riesgos elevados y probabilidad de recesión y aquellos que creen que la evitaremos. El año 2022 ha ido claramente de más a menos y la duda está en cuál será la evolución en 2023. En cualquier caso, el 2023 será un año complicado. De hecho, quizá lo importante no es si la economía entra o no en recesión técnica, si la realidad es que se estanca en un crecimiento casi nulo al mismo tiempo que la inflación se mantiene en tasas claramente elevadas, lo cual establece un escenario de estanflación, contra el que no existen recetas fáciles.
Este es un escenario más que probable. La inflación en España (y Navarra) alcanzó su nivel máximo en julio, y sigue estando elevada. Navarra cerró el año con una inflación del 6,4% y una inflación subyacente del 7,3%. La inflación va cediendo como consecuencia del descenso de los costes energéticos, pero preocupa la inflación subyacente. El IPC adelantado de febrero para España fue del 6,1% y la subyacente subió al 7,7%. La de Navarra no diferirá mucho.
Con una inflación tan elevada, se resiente el consumo y la actividad empresarial y, con ello, el crecimiento. Es lo que hemos visto a lo largo del 2022, tanto en España como en Navarra. El año pasado tuvo dos fases claramente diferenciadas, una primera de mayor crecimiento y una segunda de ralentización, más evidente en el caso de la economía española que en la navarra.
En una situación de alta inflación toca aplicar una política monetaria restrictiva y es lo que han hecho los bancos centrales, que han subido los tipos de interés y lo seguirán haciendo, dependiendo de la inflación. Esto aumenta el coste de la deuda para empresas y familias, enfriando la economía, lo cual suma a los propios efectos de la inflación. Con todo, la economía navarra creció (según la estimación provisional de NASTAT) el 4,3% en 2022, con un último trimestre mejor de lo esperado.
Otro elemento destacable ha sido el relativamente buen comportamiento del mercado laboral, aunque esto puede depender de cómo se mire. Navarra cierra el año con 293.056 ocupados, 4.268 más que en el primer trimestre, si bien sólo el 10% se generaron en el último trimestre. Por el contrario, el desempleo en el último trimestre aumentó un 16,5%, y en un año en el que la economía creció un 4,3%, la tasa de paro no ha bajado del 10%. Además, hay que tener en cuenta que la cifra de parados puede estar distorsionada a partir de la reforma laboral y la contabilización como no parados de los fijos discontinuos, que en España añadirían cerca de medio millón de parados a la cifra total.
El entorno es claramente negativo pero algunos indicadores recientes llevan a pensar que el 2023 pudiera no ser tan malo como se esperaba. Uno de estos datos ha sido la vuelta al terreno positivo y repunte en febrero de los índices de los gestores de compras (PMI por sus cifras en inglés) para el sector servicios e industrial en España, impulsada por cierta mejora de la demanda. Todo ello ha llevado a una mejoría de la confianza empresarial. El Fondo Monetario Internacional estimó en enero una tasa de crecimiento mundial para 2023 del 2,9%, mejorando la previsión que realizó en octubre de 2022 (2,7%).
Pero los riesgos para los próximos años siguen siendo evidentes. Como se destacó en el foro de Davos, y nos recuerda también el Banco Central Europeo, devolver la inflación a niveles del 2% llevará años. Una encuesta de Eurocámaras en enero establecía que las tensiones geopolíticas, la elevada inflación y la política monetaria restrictivas son los principales retos para el 2023.
Fernando San Miguel
Responsable de Estudios Económicos
Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra
ARTÍCULO PUBLICADO EN DIARIO DE NAVARRA EL 16 DE MARZO DE 2023