Los últimos de la clase
Los resultados no son los esperados ya que el año 2018 cierra con 1.700 personas paradas más cuando en España el número de parados descendió.
El pasado 29 de enero se publicaron los resultados de la EPA correspondientes al cuarto trimestre de 2018, cuya lectura ofrece resultados sobre los que es necesario reflexionar. La principal conclusión al analizar los datos es que los resultados no son claramente los esperados para cerrar el año 2018. El año apenas cerrado ha sido un año positivo en cuanto a la marcha de la economía. El PIB, principal indicador de nuestra economía ha crecido a ritmos interanuales superiores al 3%, con un ligero freno en el tercer trimestre en relación al segundo. Se espera que la economía navarra cierre 2018 con un crecimiento 3%, un entorno claramente generador de empleo.
Es este entorno de crecimiento económico con el que contrastan los resultados del cuarto trimestre de 2018, y en particular y especialmente los datos de paro. El año 2018 cierra con 1.700 personas paradas más, principalmente en el sector servicios. La tasa de paro baja del 10% por la mínima (9,99%) y es algo mayor que al cierre de 2017, cuando fue de 9,63%. Además, buena parte de este crecimiento se da en las personas mayores de 45 años.
Pese al ya mencionado crecimiento de la economía en 2018, Navarra no reduce la tasa de paro ni el número de parados, si bien es cierto, que la población activa ha aumentado. El dato no se ajusta a las expectativas que a lo largo del año se habían realizado y que, pese a quedar en el entorno del 10%, no es satisfactorio. El aumento del paro en Navarra contrasta además con el del conjunto nacional, y otras comunidades autónomas, con menor crecimiento económico. En España el número de parados descendió en más de 450.000 y la tasa de paro se redujo algo más de dos puntos, del 16,55% al 14,45%. De acuerdo a la diferencia que existe habitualmente entre nuestra tasa de paro y la del conjunto nacional, deberíamos estar cerca del 5%, y pese a la mejoría de los últimos años, todavía estamos lejos. Si bien el año pasado se apuntó que la bajada del paro podría haber sido superior a la esperada, resulta difícil explicar que el aumento de 2018 se deba a un efecto de calendario y de corrección estadística. El crecimiento anual del paro en 2018 ha sido del 5,69%, superior al descenso entonces, del 2,69% y por tanto, superior a lo que cabría esperar por un posible efecto calendario.
Las recetas para acercarnos al 5% de paro, la tasa que le debería corresponder a una región avanzada e industrializada como la nuestra, las hemos comentado ya en repetidas ocasiones y todas ellas se basan en la misma idea: las empresas son las que generan empleo, y por ello debemos crear condiciones favorables para el desarrollo empresarial.
Una de las medidas absolutamente necesarias para crear empleo es sin duda vincular e la formación a las necesidades cambiantes de las empresas. Para ello es muy importante el desarrollo de la Formación Profesional, aumentando el porcentaje de jóvenes que optan por ella y adecuándola a la nueva Revolución Industrial. De acuerdo al estudio Educa 2020 presentado en la Cámara de Comercio hace unos meses, el 67% de las empresas navarras tenía dificultades a la hora de contratar personal. Un elevado número de empresas no encuentra jóvenes formados para los puestos que necesita cubrir. Pero además, las empresas navarras, prevén contratar más perfiles de formación profesional que universitarios.
Otra medida para aumentar el empleo es también la generación del tejido empresarial a través de la captación de inversión extranjera y para ello es necesario contar, como principales factores, con una fiscalidad favorable que fomente el ahorro, la inversión y empleo y con infraestructuras de transporte y comunicación que nos acerquen y conecten con Europa.
Las previsiones económicas apuntan a cierta ralentización de nuestro crecimiento en los dos próximos años, y cuya intensidad dependerá del grado en el que se materialicen los riesgos que hoy amenazan el crecimiento mundial. Por ello, hoy más que nunca es necesario acometer medidas políticas de cambio valientes y audaces, no cortoplacistas sino mirando al futuro.