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Tu experiencia y habilidades laborales por fin podrán ser reconocidas

Seguro que hemos perdido la cuenta de la cantidad de veces que hemos escuchado eso de «demuestra lo que vales». Una frase manida, a veces incluso vacía, que hoy adquiere un significado muy potente si atendemos a un dato demoledor: el 48% de la población activa en nuestro país (cerca de once millones de personas, según datos oficiales del Gobierno de España) no dispone de un título de formación y no tiene acreditadas formalmente sus competencias profesionales.

Hay que tener en cuenta que el mismo informe («Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia», financiado por el Ministerio de Educación y por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation) calcula que una de cada dos oportunidades de empleo en la segunda mitad de la presente década estará reservada a personas con cualificación intermedia, y solo un 16% de los puestos requerirán de personas con bajo nivel de cualificación.

Y es aquí donde cambian las reglas del juego del «demuestra lo que vales». Más allá del currículum clásico, de las cartas de recomendación, de las referencias externas o de un puñado de buenos propósitos o intenciones, poder demostrar de forma oficial la formación y/o experiencia profesional va a marcar la diferencia en el corto plazo y en un futuro inmediato.

Todos conocemos a gente que ha aprendido su profesión en su puesto de trabajo y tendría difícil probarlo porque su formación es su propia vida, a gente que comenzó a trabajar sin haber terminado sus estudios por distintos motivos, a gente que posee unos amplios conocimientos sobre una labor concreta pero no puede justificarlos oficialmente, a gente que ha desempeñado una labor (y son unos maravillosos profesionales) sin tener la titulación, etcétera.

De alguna manera, era injusto que una persona de cualquiera de estos ejemplos partiera en inferioridad ante una oportunidad laboral… y para corregirlo nacen las acreditaciones: un título con validez nacional y europea, con las que todo trabajador podrá estar preparado para el mercado laboral que viene. Las propias empresas son beneficiadas por la acreditación de sus trabajadores, ya que no sólo mejora el capital humano de las plantillas, sino que aumenta las posibilidades de ajustar el perfil adecuado a cada puesto y mejora la competitividad.

La Dirección general de Formación Profesional del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra ha encomendado a la Cámara de Comercio de Navarra, la labor de informar y gestionar estas acreditaciones, las que van a abrir nuevos caminos para trabajadores que ahora ya no se quedarán atrás porque no disponían de las herramientas necesarias para probar su valía.

 

Javier Taberna Jiménez
Presidente
Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra