El paro sube en Navarra en el primer trimestre del año y se sitúa en el 10,4%
VALORACIÓN DATOS DEL PARO 1 TRIMESTRE
Al contrario del caso nacional, la ocupación aumentó, hasta los 288.800 ocupados
El primer trimestre del año no suele ser positivo desde el punto de vista del empleo. De acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa publicados hoy, el paro aumentó en Navarra en 1.800 personas en el primer trimestre hasta los 33.600 parados. La tasa de paro subió ligeramente hasta el 10,44%. Esta cifra, si bien es la cuarta más baja del territorio nacional, hay que considerar que sube al 17% en el caso de los menores de 25 años, y al 23% en el caso de que sean varones.
Por otro lado, el número de ocupados se sitúa en 288.800, lo cual supone un incremento del 0,32% en comparación al trimestre anterior. La tasa de empleo se situó en el 53,1%, mejorando con respecto al trimestre anterior.
La subida tanto de ocupación como empleo implica un incremento de la población activa, hasta los 322.400 activos y la tasa de actividad se sitúa en el 59,24%, que mejora, por tanto, en relación con el trimestre anterior como en relación con el primer trimestre de 2021.
En comparación al mismo trimestre del año pasado, tanto el paro como la ocupación mejoraron e indican que el mercado laboral siguió manteniendo una tendencia de mejora en el primer trimestre del año. El aumento de la población activa es un buen dato que muestra que, pese a las dificultades y subidas de precios, el mercado laboral siguió generando ocupación y aumentó el número de personas dispuestas a incorporarse al mercado laboral.
La guerra en Ucrania y la pandemia, todavía activa y cuyos efectos se trasladan a los precios y las cadenas de suministro, han reducido las previsiones de crecimiento para Europa, así como para España. El entorno se ha vuelto muy incierto y complejo y cuya evolución es incierta. Es necesario avanzar de manera rápida y pensando en el largo plazo hacia la adaptación de nuestra economía, de empresas y trabajadores a las necesidades y exigencias derivados de la transformación de los mercados de bienes y servicios que ya están ocurriendo desde 2020, pero también de los avances y retos tecnológicos, digitales de sostenibilidad.