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¿Cuidarte o que te cuiden?

Es una pregunta que no solemos hacernos cuando pensamos en la empresa en la que trabajamos y que invito a hacerla de vez en cuando.

Aún es más, sospecho que la mayoría inconscientemente actuamos con la opción QUE ME CUIDEN. Por ejemplo:

    • cuando espero que me informen
    • o que me formen
    • a que me pregunten cómo estoy
    • que me digan que hago bien mi trabajo
    • si doy por hecho que hay canales-escucha de confianza para reclamar o plantear asuntos
    • si un día me enfado, que no se lo tomen personal y lo olviden pronto
    • etc..

¡Cómo no nos va a gustar que nos cuiden! Somos seres emocionales por naturaleza y menos mal. Sentirnos parte de un grupo de personas es la base de nuestra sociabilidad. Nos han cuidado en nuestra familia y en el entorno más próximo, es lo que conocemos y nos parece lógico que sea así también en cualquier organización. Además, es algo agradable que incluso puede compensar otros sinsabores del trabajo.

Así que soy la primera que me apunto a ello y que reconozco que QUIERO QUE ME CUIDEN.

En consecuencia, desde el Área de Personas en mi empresa, intentamos establecer pautas y herramientas para CUIDAR. Integramos estas prácticas en un modelo de gestión de personas, que incluye actuaciones que realizan los auténticos gestores de personas, que son los jefes y jefas.

Añado esta información como evidencia de lo convencida que estoy de que es vital cuidar en los términos arriba mencionados a las personas en cualquier organización.

Aclarado pues este punto, voy a añadir que en mi opinión no es suficiente, que también tenemos que CUIDARNOS a nosotros mismos. Por ejemplo:

  • Preguntar si no me informan
  • Ser proactiva en mi formación: buscar, plantear, aplicar
  • Preguntarte cómo estoy. Escucharme. Pararme de vez en cuando.
  • Decirme que hago bien mi trabajo
  • Ofrecer una escucha de confianza para que me reclamen o planteen asuntos
  • Si alguien se enfada: no tomármelo personal y olvidarlo pronto
  • Etc…

Este camino es mucho más laborioso y requiere más disciplina que el anterior. Y, por si fuera poco, no sabemos bien cómo se hace. A cambio, es la manera más efectiva de acercarnos a un equilibrio emocional y a un estilo de vida saludable.

Creo esto firmemente, porque así como no podemos cambiar a los demás desde fuera, a nosotros tampoco nos pueden cambiar. Lo poco o lo mucho que una organización ponga en marcha para cuidarnos, si no abona en un terreno fértil, obtendrá resultados pobres.

Cuando digo CUIDARME, me refiero a sentir a menudo estabilidad emocional en el trabajo, no enfadarnos, entristecernos o preocuparnos en exceso. Y tener los recursos necesarios para realizar correctamente nuestro trabajo y sin sobresfuerzos continuos. O dicho de otra forma, minimizar los riesgos psicosociales y aumentar la satisfacción laboral.

Parto de la hipótesis que la satisfacción o los comportamientos nuevos que pongamos en marcha, difícilmente serán permanentes si no los trabajo desde mi interior. ¿Y esto cómo se hace?

El primer paso es conocerme. Tener presentes cuáles son mis reacciones habituales, mis creencias y emociones acerca de las personas y las tareas con las que cada día me relaciono.

En segundo lugar, debo quererme (soy consciente que uso el imperativo). Aceptar que a veces tengo comportamientos mejorables, que pueden incluso avergonzarme y que son propias de una persona que se equivoca. Y que también acierta, así que por qué no valorar mis logros y mis capacidades.

Así, una vez que me conozco y que me acepto tal cual soy, encuentro la MOTIVACIÓN para cambiar desde dentro. Encuentro esa chispa, ese impulso que voy a necesitar cada vez que mis antiguos hábitos vuelvan a recordarme que soy humana y me lleven a esperar que sean los demás los que cambien mientras yo me anclo en que no puedo.

Si cuento con una organización que además me ayude, ahora sí que puedo crear nuevos hábitos y formas de pensar en mi vida que redunden en mi bienestar. Animo pues a mirarse por dentro con valentía y sin juzgarnos duramente para decirnos

SÍ, QUIERO SENTIRME MEJOR.

 

Belén Hernandez
Dirección del Área de Personas de Grupo AN
Profesora del programa Experto en Gestión y Desarrollo de Personas

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