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A las puertas de nuestra transformación industrial

A las puertas de nuestra transformación industrial

Ya antes de la pandemia sabíamos que el sector de la automoción se estaba transformando y que el automóvil del futuro sería autónomo y eléctrico. De lo primero vemos ya los primeros ensayos y la electrificación del automóvil está ya entre nosotros. Como otros elementos de nuestras vidas y nuestra economía, la pandemia, y en este caso los mecanismos y fondos de recuperación puestos a disposición de los países desde la UE, permitirán acelerar esta transición.

La primera evidencia de dicho proceso fue la aprobación, la semana pasada, por parte del Gobierno del primero de los siete PERTEs (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) previstos, en este caso el de Vehículo Eléctrico y Conectado, con los que el Gobierno quiere transformar y reactivar la economía española.

Ligada a esta iniciativa, el pasado 14 de julio se aprobó también el Programa Tecnológico de Automoción Sostenible, de acuerdo al cual se convocan ayudas para proyectos estratégicos de I+D en tecnologías de la automoción, en el ámbito de la electromovilidad y la movilidad autónoma y conectada.

En cuanto al PERTE, se trata de un plan ambicioso que abarca medidas relativas a toda la cadena de valor y que estima impactos muy notables sobre la economía española tanto en términos de PIB (1%-1,7%) como de empleo (140.000 empleos). Además de las actuaciones directas en los procesos productivos, los proyectos presentados deberán incluir procesos transversales en el ámbito de la economía circular, la digitalización y la formación. Sobre el papel, es una gran oportunidad para transformar no sólo el sector del automóvil en España sino para el desarrollo de tejido empresarial innovador y empleo de calidad como consecuencia del mismo.

Con la aprobación de este PERTE se inicia y se pone en marcha la hoja de ruta para transformar el sector hacia la movilidad eléctrica y conectada de aquí al 2023, con la convocatoria de ayudas y proyectos a partir del tercer trimestre de este año (como la citada anteriormente).

Como es lógico, esto ha generado cierto revuelo e incertidumbre en Navarra dado que afecta directamente a uno de nuestros sectores industriales más importantes. La automoción supone la cuarta parte de nuestro PIB industrial, genera 12.000 empleos directos, el 4,3% del total, y más del 40% de las exportaciones de Navarra, con una incidencia claramente positiva sobre nuestro saldo comercial.

El Grupo Volkswagen tiene plantas tanto en Navarra como Cataluña (Martorell) y aunque en los últimos meses se ha hablado de que la planta de Navarra podría sería la ubicación elegida para la fabricación de uno de los modelos eléctricos de la marca, no se sabe todavía las decisiones que tomará el grupo alemán sobre dónde producirá los nuevos vehículos eléctricos.

Navarra cuenta con activos como son la alta productividad de la planta en Landaben (reconocida y galardonada con el Automotive Lean Production Award 2021), el parque de proveedores, centros tecnológicos y de formación así como personal capacitado, que la posicionan de manera favorable para la fabricación aquí de modelos eléctricos.

Pero hay que tener también en cuenta que la fabricación de coches eléctricos supone una clara transformación de la cadena de valor, que entre otros elementos incluye la fabricación y ensamblaje de baterías y la existencia de una infraestructura de puntos de recarga. Estos son elementos recogidos en el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado. En cuanto a las infraestructuras de recarga y de acuerdo a datos aportados por ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones), la posición de España es desfavorable en comparación a la media europea y la de Navarra está por debajo de la media nacional y de la comunidad autónoma más avanzada, Cataluña. Tenemos un claro déficit en este ámbito sobre el que es necesario avanzar para estar a la altura de nuestros principales competidores.

Pero contamos, por otra parte, con factores que no podemos obviar, claramente diferenciadores sobre otras ubicaciones competidoras, que desde la Cámara de Comercio siempre hemos subrayado, como es nuestra autonomía fiscal. Tenemos que utilizar este activo como ventaja competitiva sobre todo cuando pensamos en el largo plazo. Si observamos los argumentos utilizados por los diferentes estados americanos para atraer inversión, el primero de la lista es siempre las ventajas fiscales. A esto se suma también la apuesta de Navarra por la descarbonización, la economía circular, la digitalización, o la FP, especialmente dirigida a la industria, elementos clave también en los proyectos de transformación del sector.

Por ello, es necesario defender nuestra “candidatura” con todos los medios posibles. Es sin duda un momento muy importante para el futuro de nuestra economía, por el peso que tiene el sector. Son muchos los factores que entran en juego en la decisión estratégica a la que se enfrenta el grupo alemán pero no hay que olvidar que los PERTEs son iniciativas público-privadas, y por tanto, como recalcaba hace poco Javier Taberna, presidente de la Cámara, es necesaria la participación de la propia Administración (a diferentes niveles), liderada por el Gobierno de Navarra y la sociedad civil, incluidas las pymes. Por lo mucho que está en juego, presentar un proyecto ganador, en el que el sector de la automoción mantenga su peso en Navarra y transforme nuestra economía debe ser un objetivo prioritario al que agentes públicos y privados contribuyan de manera coordinada.

 

Fernando San Miguel Inza

Responsable de Estudios Económicos

Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra