Tercer día de la misión. Reuniones que posicionan a Nueva York como referente mundial para el desarrollo de empresas tecnológicas.
Cuatro reuniones en el ámbito del emprendizaje, la innovación y el desarrollo tecnológico.
Hoy hemos tenido cuatro reuniones en el ámbito del emprendizaje, la innovación y el desarrollo tecnológico.
En primer lugar, Carlos Reines, un emprendedor español, nos ha hablado de su experiencia como emprendedor, de la empresa que creó hace ya unos años, de su experiencia para obtener financiación y, de manera especial, de la forma en la que su empresa persigue un objetivo tan cautivador como “democratizar el acceso a la atención sanitaria en Estados Unidos” facilitando que los médicos de atención primaria puedan ofrecer una atención de mayor calidad a sus pacientes. Como factor común a la experiencia de otros emprendedores, destaca la dureza de los primeros momentos, la dificultad y entresijos de la obtención de la financiación necesaria para lanzar su empresa, así como la necesidad de contar con una idea y un producto de calidad que aporte valor. Volvió a insistir en lo elevado de los costes de personal, pero al mismo tiempo la importancia de contratar (y por tanto retribuir) personal altamente preparado.
Las dos siguientes reuniones nos han acercado al tipo de organismos con los que cuenta Nueva York para dar apoyo a sus emprendedores.
Por una parte, New Lab, que no es una incubadora ni una aceleradora, sino una comunidad de empresas, un espacio en el que las empresas allí situadas interactúan. Tienen acceso a maquinaria y equipos puestos a su disposición, pueden ponerse en contacto con otras empresas con las que cooperar o desarrollar soluciones, pueden contactar con empresas manufactureras que ceden sus equipos, que realizan workshops y por tanto, a las que pueden tener acceso, así como a inversores a los que presentar sus proyectos. Para poder establecerse en New Lab (con un coste), las empresas deben satisfacer ciertos criterios y pertenecer a ciertos sectores específicos, que son los que el centro quiere desarrollar. New Lab es una iniciativa de colaboración público-privada que permite a la ciudad impulsar el desarrollo de ciertas áreas específicas centradas en al ámbito tecnológico, y que permiten a la ciudad generar conocimiento para los retos a los que quiere dar respuesta en los próximos años, como la movilidad, la sostenibilidad, desarrollo urbano, eficiencia energética y medioambiental, etc. Está ubicada en una antigua fábrica dedicada a la industria pesada durante la primera y segunda guerra mundial, después de lo cual fue cerrada y abandonada. Sus promotores pensaron en New Lab como la forma de relanzar la industria y la tecnología en la zona pero de una manera totalmente diferente y muy innovadora.
Por la otra, el Lawrence N.Field Center for Entrepreneurship del Baruch College de la City University of New York. Su función consiste en atender y dar apoyo a los emprendedores de cualquier ámbito, y no necesariamente estudiantes de la Universidad. Atienden a unos 1.000 emprendedores al año a través de un sistema financiado públicamente, dado que el Gobierno no realiza dicha función directamente (aunque sí apoya programas concretos). Nos ha hablado del extenso ecosistema de incubadoras y aceleradoras existentes en Nueva York, fuentes de información de interés para alguna de las empresas, y nos ha recalcado la enorme oportunidad que ofrece este Estado en términos de acceso a contactos a través de eventos de networking y otros mecanismos como el caso de New Lab. También, nos ha dado consejos relacionados con la importancia del branding y el marketing en Estados Unidos, lo que lleva a que muchas empresas creen para sus productos una marca americana.
Por último, hemos estado con el presidente de NY Tech Alliance, Erik Grimmelmann, una persona con una trayectoria vital y profesional impresionante, siempre ligada a la tecnología, la innovación y el desarrollo tecnológico. De manera muy clara, nos ha explicado que Nueva York se encuentra ahora mismo en un momento de boom económico, de desarrollo y de innovación tecnológica (con una clara vocación de aplicación en la economía y en campos muy diversos). La industria tecnológica en Nueva York es la tercera del estado y la que más rápido crece. El modelo de desarrollo, frente al Sillicon Valey, es mucho más participativo, de búsqueda de colaboración, de enorme generación de ideas, más abierto, donde el concepto de “comunidad” es evidente. Se ha creado un ecosistema muy favorable que hace que el Estado se esté posicionando como una referencia en el desarrollo tecnológico y la creación de empresas. Incluso las universidades, más centradas en el pasado en la generación de ciencia y no tanto en la creación de empresas, están cambiando el foco hacia la creación de start-ups. Este crecimiento está atrayendo mucho talento, que a su vez permite dicho desarrollo. En definitiva, el Sr. Grimmelmann (que fuera precursor de los inicios de internet) nos ha dado una visión muy interesante de la evolución que ha seguido Nueva York en los últimos años y el momento en el que se encuentra en la actualidad.
Fondo Europeo de Desarrollo Regional
Una manera de hacer Europa