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¿Por qué realizar los cursos de prevención de Legionelosis y su correspondiente renovación?

Una mayor formación en instalaciones de riesgo de legionela nos ayudará a reducir la aparición de brotes debido a fallos en el mantenimiento de los equipos de riesgo.

Para obtener la respuesta a esta pregunta basta con echar mano de las hemerotecas. En verano de 2007, en un hotel de Sevilla, debido a una falta absoluta de cuidado y mantenimiento de su torre de refrigeración -instalación de alta probabilidad y proliferación de crecimiento de legionela- se produjo un brote que causó cuatro muertos y catorce enfermos. En este caso, parece ser que el personal de mantenimiento que controlaba la torre carecía de la formación reglada necesaria. Los acusados por esa presunta negligencia se enfrentaban a penas de hasta 4 años de cárcel y 6 años de inhabilitación para el ejercicio de su profesión.

El año pasado, en Manzanares, un pueblo de Ciudad Real de apenas 19.000 habitantes, se produjo un brote que afectó a 237 personas, más del 1% de su población. En los estudios realizados para encontrar la causa se confirmó que la mayoría de los casos producidos, aunque no todos, fueron debidos a la fuente ornamental de la Estación de Autobuses. Extrapolando el caso a una ciudad más grande como Pamplona, el brote hubiera dejado ¡2.000 afectados!

En este mes de Febrero se ha tenido que cerrar un centro de educación especial en Tudela durante un día para poder realizar las labores de limpieza y desinfección del agua al detectarse legionella en la misma, sin que constaran afectados, por ahora, ya que  hay que esperar a que pase el período de incubación de la bacteria, que es de 2 a 10 días.

El balance de 2014 en cuanto a los casos de legionelosis en España, según el último dato conocido del Informe Europeo sobre la Enfermedad del Legionario, refleja 925 afectados, lo que sitúa a nuestro país entre los tres primeros en los que más casos aparecen anualmente. Unas cifras que mantienen en los últimos años.

En resumen, recordando estas tres noticias espaciadas en el tiempo y los casos de legionelosis que se producen en nuestro país cada año solo queremos resaltar que una mayor formación en instalaciones de riesgo de legionela nos ayudará a reducir la aparición de brotes debido a fallos en el mantenimiento de los equipos de riesgo.   

El artículo 13 del Real Decreto 865/2003 de 4 de julio, sobre prevención y control de la legionelosis, incide en que todo el personal que trabaje en operaciones de mantenimiento higiénico-sanitario, pertenezca a una entidad o servicio externo contratado o bien sea personal propio de la instalación, deberá realizar los cursos homologados por el Ministerio de Sanidad, regulados según la Orden SCO/317/2003, de 7 de febrero. Por lo tanto, los cursos tendrán que realizarlos de forma obligatoria:

  • El personal de las empresas de control de plagas y de control de aguas que realicen tratamientos de control y prevención de legionelosis. Con la realización del curso podrán realizar la limpieza y desinfección  de instalaciones de riesgo y todas las revisiones que indica el Real Decreto.
  • El personal de mantenimiento o calidad de aquellas empresas (hoteles, hospitales, residencias, industrias, etc.) que tengan algún tipo de instalación de riesgo de legionelosis. Con la realización del curso, el personal propio podrá realizar todas las revisiones que marca la legislación.

La misma Orden SCO/317/2003, de 7 de febrero, recuerda que todo este personal comentado anteriormente deberá realizar un curso de renovación cada cinco años que suponga una adecuación a los avances científico-técnicos.

En caso de no realizar los cursos correspondientes de mantenimiento higiénico-sanitario de instalaciones de riesgo de legionelosis, el artículo 14, relativo a infracciones y sanciones, en su parte 2, indica que las empresas se pueden enfrentar a sanciones de tipo GRAVE, sin perjuicio de otras posibles responsabilidades civiles o penales que puedan corresponder.

  Para finalizar me gustaría únicamente volver a incidir en que una buena formación en el control y prevención de la legionelosis nos ayudará a evitar problemas en nuestras instalaciones. Llevo más de doce años trabajando en instalaciones de riesgo y me he encontrado incluso con aguas en origen que tenían grandes cantidades de legionela. Pero esto no nos debe asustar porque con las medidas físicas y químicas correspondientes, y verificando diariamente ese control, esas mismas aguas se pueden seguir utilizando sin generar ningún problema ni riesgo para la salud.