Draghi aplaza las acciones directas
Ayer el presidente del BCE, Mario Draghi aplazó de nuevo la toma de medidas, y recordó que los estados que necesitan ayuda financiera deberán pedirla al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Abrió de nuevo la puerta aposibles medidas extraordinarias en las próximas semanas pero sin dar detalles. Más anuncios sin concreción, eso sí, reiterando que “el euro es irreversible”. Sí introdujo ciertas variaciones en relación a cuánto está dispuesto a hacer el BCE, pero sin detalle.
Aunque Mariano Rajoy y Mario Monti negaron la intención de acudir al fondo, no es creíble que puedan evitarlo, cuando hace apenas unos días solicitaban al BCE que interviniera, dando una señal clara de la necesidad de ayuda. El señor Draghi anunció ayer que la intervención del BCE estará condicionada a que los países soliciten la ayuda al fondo de rescate y, por tanto, no quedan opciones. Y este es un escenario no deseado. Supondrá más condiciones, más control, más “ajustes” y, por tanto, mayor deterioro de nuestra economía real.
Pero además la atención y el debate está centrado en si el BCE debería o no comprar deuda soberana de los países con problemas, que no deja de ser muy importante, pero que no resuelve en todo caso la raíz del problema: la necesaria integración europea (bancaria y fiscal) acordada en la última cumbre y la necesidad de acelerar ese proceso.